La orquesta sigue tocando

En esta crónica, un fotógrafo captura en imágenes y palabras el concierto de Piltri Quinteto en la Iglesia Nuestra Señora del Luján. En esta crónica, la orquesta deja de ser un conjunto de individuos tocando en simultáneo y se convierte en algo más: un cuerpo colectivo que resiste a estos tiempos donde las redes sociales, la Inteligencia Artificial y la crueldad, parecen querer marcar el compás.
Cuando me enfrenté a este desafío, que me resulta difícil por no estar habituado, de redactar unas pocas palabras para acompañar un testimonio fotográfico, recurrí a una herramienta que he estado utilizando últimamente para textos cortos: el chat GPT. Solo dispongo de la versión gratuita, se dice que la nueva es considerablemente mejor. Spoiler alert: resultó un fraude. Está repleta de lugares comunes y algoritmos predecibles. En ese momento comprendí por qué la inteligencia humana, la emotividad, acaso la música, aún pueden conmovernos.
El Piltri Quinteto de cuerdas se presentó este sábado 6 de abril en la Iglesia Nuestra Señora del Luján de El Bolsón y allí fui a cubrirlo. Unas horas antes, me encontré con Martin Pike, uno de los violinistas.
— Tocar en una iglesia… Tienen mejor acústica, ¿no?
— Es un espacio apto para recibir cierta cantidad de público, nosotros en los conciertos estamos completando cien asientos sin problema. Está diseñado para proyectar (mientras me se expresa hace un gesto con sus manos como de expansión), para estar lleno de sonido. Es una arquitectura que no encontrás en otro lado, un espacio dedicado a eso.
Estar llena de sonidos. Martín recuerda una catedral de París, alguien estaba tocando el órgano. No es fanático de las iglesias, pero ese día fue testigo de cómo se envolvian y desenvuelvían el sonido y el espacio. Un vínculo más estrecho de lo que pensaba.
“El órgano era para ese espacio y ese espacio era para el órgano. La música podía desarrollarse de una forma en que no se podría desarrollar en ningún otro lado”, dice Pike.
¿Dónde más vas a encontrar tanta piedra expuesta? ¿Dónde más vas a encontrar tanto vidrio también y un techo tan alto? Son espacios muy particulares de por sí, vale la pena experimentar”.
“El órgano era para ese espacio y ese espacio era para el órgano. La música podía desarrollarse de una forma en que no se podría desarrollar en ningún otro lado”
Martin Pike
Ahora, lejos de París, antes de tocar con el Piltriqueto, acompaña a la Orquesta infanto-juvenil Ayun Hueney que reclama con un “Orquestazo” en la Plaza Pagano de El Bolsón por la caída de contratos de más de diez de sus trabajadores y trabajadoras.
Una niña toca el violoncello, atrás un joven hace sonar el contrabajo, el director da las órdenes con varita en un lenguaje para la flauta traversa o el saxo. Son más de 70 las y los estudiantes de entre 6 y 18 años que participan de la orquesta gracias a este espacio de educación pública y gratuita, que ahora corre peligro.
Primer amor
El ensamble de cámara Piltri Quinteto está conformado por Martin Pike y Marlene Sabaz en violines, Josefina Bugallo en viola, Nahuel Rodríguez, violoncello y Pablo Bruni en contrabajo. El ensamble con sede en El Bolsón depende de la Orquesta Filamónoca de Río Negro.
— ¿Qué es hacer música clásica en El Bolsón?
— Estás lejos de todo, es un placer.
La música de cámara fue para Martin Pike, su primer amor. “Es lo que realmente me llena”, asegura. Y continúa: — Estamos todos ahí para crear algo, para experimentar y explorar y hacerlo acá en Bolsón para mí es un lujo realmente. Yo vine acá buscando otra clase de vida justamente cuando estábamos viajando con mi pareja, vimos un anuncio que decía que estaban convocando para la Filarmónica de Río Negro me postulé y entré, por suerte, es una de las cosas que definió que viniéramos a Bolsón.
Martin Pike viaja una vez por mes con la Orquesta Filarmónica de Río Negro hacia distintas localidades de la provincia, donde ensayan y tocan en conciertos. Luego vuelve a su casa, hace leña, trabaja en su chacra y juega con sus hijas.
Hermoso y variado concierto
Antes de que comience el concierto, Martin le habla al público: son más de 120 personas. Reafirma el respeto y el detalle de cada unos de los arreglos de los temas que interpretan.
El tango “Se acaba la mufa” de Hernán Soria abre la velada, lo siguen el 3° y 4° movimiento del Cuarteto de Cuerdas del Ruso Alexander Brododin.
Del tango al folclore, de gatos y milongas, a movimientos de música académica, esa noche el Piltri Quinteto llenó de sonidos la Iglesia, como quien llena de aire los pulmones. Para dar un respiro y seguir sonando.
- Primeros Planos
- Planos Largos
- Miradas
- Últimas Noticias
Breve guía ilustrada para la recolección de semillas
¿Sabías que la mayoría de las especies de árboles y arbustos del bosque andino patagónico son rebrotantes, pero que hay otras que no lo son y necesitan semillas para regenerarse?
Leer másFestival en la Escuela 103, por un abrazo a las infancias y un Mallín rural
La tarde del 23 de marzo el patio de la Escuela 103 de la Costa del Río Azul, en Mallín Ahogado, se llenó de pibes y pibas con sus familias. Corriendo, jugando, cantándole una canción al bosque o bailando la chacarera, leyendo libros o pintando un mural, las niñeces fueron las protagonistas de este festival a beneficio de los espacios educativos del paraje rural afectado por los incendios.
Leer másUna comarca, como cuenco que contiene a la memoria
En los paisajes de la Comarca Andina, la memoria se erige como un puente entre generaciones, transformando el dolor del pasado en una herramienta colectiva de resistencia y construcción de identidad. Cada encuentro es un acto de reafirmación histórica, un eco que resiste al olvido y al negacionismo.
Leer más