Preparan la tierra para una ordenanza agroecológica

El Nodo Agroecológico de la Comarca Andina presentó ante vecinos y vecinas, productores, funcionarios e instituciones la elaboración de un primer Proyecto de ordenanza destinado a la protección y promoción de la Agroecología para el Municipio de El Bolsón. Lo hizo a sala llena en la Universidad Nacional de Río Negro y abrió al debate colectivo en el que los presentes realizar observaciones y sumaron sus aportes.
Es una mañana algo fresca pero iluminada por el sol del otoño que permite ver a través de las ventanas el cerro Piltriquitrón nevado. Una de las aulas de la Sede Andina de la universidad rionegrina es casa de un debate que en parte vió crecer. Allí se dan cita los y las integrantes del nodo de la comarca andina, junto a productores, vecinos y vecinas, funcionarios de Lago Puelo y el secretario de Producción y Empleo de El Bolsón. Hoy se pone a consideración el primer proyecto de ordenanza municipal ‘Protección y promoción de la agroecología’.
A las rondas y saludos de bienvenida le siguió la apertura de forma virtual del Ing. Eduardo Cerdá, Director nacional de Agroecología hasta el 10 de diciembre pasado y actual presidente de RENAMA, la red de municipios y comunidades que fomentan la agroecología en todo el país. Cerdá trajo al debate uno de los principios fundamentales de la agroecología, para escalarla y agrandarla: el principio de planificación. En un territorio sin ordenamiento, signado por un paisaje único e impactante, rodeado de ríos, bosques, montañas y nieves eternas, es precisa la planificación de los cultivos y producciones agropecuarias, siendo parte del mismo paisaje. En el cuidado del suelo y el ambiente.
El mate circula entre apuntes, sonrisas y conceptos que se amplían constantemente. La Universidad Nacional de Río Negro (UNRN) tiene tres carreras: Producción Vegetal y Organica, Agroecología y Diseño Artístico Audiovisual. La licenciatura en Agroecología está declarada de interés municipal por El Bolsón y es única en todo el país. Asimismo, el sello de certificación Ecomarcal es brote de algunos de los debates que allí dentro circulan, enmarcado en el Sistema Participativo de Garantías (SPG) que acompaña y crea redes entre productores, consumidores y técnicos.

Un espacio donde anudarse
Los nodos agroecológicos son trece en todo el país, y surgieron en conjunto a las casas de altos estudios como política de Estado para poner a disposición del sector productivo agroecológico profesionales aledaños. En este caso, el nodo aglutina no sólo a profesionales del sector agropecuario, trabajadores del INTA y la SENASA, sino también a agroecólogos y agroecólogas que realizaron su trayectoria formativa en la misma universidad.
Adriana Furlotti es una de las integrantes del Proyecto Bioma, en el Paraje Entre Ríos, también propulsora del Nodo Agroecológico. En Bioma es parte de la planificación, la gestión administrativa y la producción. Cuenta de cara al aula llena y acompañada de Tomás Ares Quintana, otro de los integrantes de Bioma, que al nodo lo considera “un paraguas para la agroecología, una organización conjunta y comunitaria”. Dice que el propósito de esa organización es “aunar y encaminar las fuerzas de estas acciones que ya vienen siendo: para encauzar las energías, ganas y recursos que se encuentran dentro del mismo nodo”.
“actores fundamentales para que lleguemos a la instancia en la que estamos hoy, con objetivos comunes”
El nodo se organiza en diferentes comisiones de trabajo, entre ellas la Comisión de políticas públicas, en la cual se diseñó la ordenanza municipal. El objetivo es construir acompañamiento territorial para futuras políticas públicas aplicadas al sector, incluyendo esta primera iniciativa. “La idea es ir a conversar a cada uno de los municipios, para darle una identidad propia en cada territorio, pero con una característica comarcal” afirma Tomás.

Hacia dónde queremos ir
En un segundo momento, Sergio Torrego, agroecólogo e integrante de la comisión de políticas públicas lanzó al aire del aula una pregunta disparadora en torno a cómo miramos la realidad para construir una política pública. “¿Por qué una política pública? ¿Para qué el Estado?”. Contextualizados en un momento de cuestionamientos, respeto a más o menos presencia del Estado en los territorios, Sergio brindó una revisión histórica de la colonización, para entender de qué tipo de movimientos y políticas agropecuarias deviene el presente, como también comprender a qué desafíos se enfrenta.
Es preciso reconocer que estas regiones que hacen a la patria grande latinoamericana, han sido construidas “como fuente de mano de obra barata y como granero del mundo” apunta Sergio. Posado sobre una línea cronológica y contextual para el sector, cuenta del trabajo que realizan puertas abiertas dentro de la comisión.
“Aquí implantaron una política de producción agroforestal, desde Bariloche a Esquel, primó un modelo de especulación inmobiliaria y desaparecieron las políticas de sustento al sector agropecuario, hubo falta de inversión en energía, en los procesos de postcosecha y de valor agregado” denuncia Sergio en base a la observación de las políticas agrarias históricas. “Se nos asignó el rol de granero del mundo, dentro del modelo agroexportador” sentencia.
“Aquí implantaron una política de producción agroforestal, desde Bariloche a Esquel, primó un modelo de especulación inmobiliaria y desaparecieron las políticas de sustento al sector agropecuario, hubo falta de inversión en energía, en los procesos de postcosecha y de valor agregado”
En un cambio de tono, es celebrado el trabajo del nodo, la conversación abierta y la participación ciudadana en la construcción del proyecto. Sergio habla de la posibilidad de inclinarse hacia la soberanía política, económica y cultural, en otros de los principios de la agroecología, subyace la co-creación del conocimiento, por y para las comunidades. La propuesta es la “co-construcción de políticas públicas, permitiendo pensar una herramienta institucional que nos permita vincularnos y plantear programas de gobierno y monitorearlos” apunta el agroecólogo con experiencia en gestión pública en la localidad de Lago Puelo.
“La mayoría de los jóvenes descendientes de productores no ven un futuro” lamenta Sergio, pero asegura que es posible un “sujeto agrario y productivo”. Tomás complementa al decir que en este contexto de profunda crisis democrática, somos parte de “una vecinalidad que empieza a plantearse qué estamos haciendo con la democracia; nos preguntamos cómo diseñamos nuestra ciudadanía” y a partir de aquella pregunta construye un modelo de ordenanza para la promoción de la agroecología, delineando otros futuros posibles.
“Queremos que esta ordenanza se filtre en todos nosotros” dice Tomás, “que la pensemos, que la revisemos, porque mientras más diversos seamos entre nosotros más rica va a ser”.
Dinámica abierta a la construcción colectiva
Con un punteo sobre los aspectos clave del texto proyectado sobre una pizarra en el aula universitaria, Franco Armento presenta la ordenanza “desmenuzada en general”. Es uno de los trabajadores de la SENASA con implicancia en la comarca andina y desde allí se vincula y hace parte del nodo agroecológico. Cuenta que en un comienzo, desde quienes participaban de lo que se formalizó como nodo, veían “una masa crítica en la comarca para encauzar voluntades en este proceso”. Asimismo, asegura que se sumaron “con la idea de que las ordenanzas municipales puedan dar un marco normativo de acuerdo a las diferentes demandas del territorio”.
Define al texto como “ese marco normativo que intentamos generar, como proyecto de ordenanza, es una guía, una orientación general, que tiene que ser nutrido en el trabajo de la sociedad, con una identidad comarcal a través de sus antecedentes y características, y cuando hablo de antecedentes también me refiero a los conflictos que hemos tenido territorialmente”.
El proyecto parte de algunos considerandos. Cita la definición de la agencia de las Naciones Unidas para el fin del hambre en el mundo, la FAO, que afirma que ‘la agroecología ayuda a conservar, utilizar y valorar de forma sostenible la biodiversidad y los servicios ecosistémicos que sustentan la producción de alimentos’. De igual modo, se asienta en algunas actividades previas como la implementación del SPG, la licenciatura en Agroecología, la actividad apícola declaradas de interés municipal, y esta última contando con un consejo asesor y presupuesto propio.
La ordenanza fija la creación de un consejo asesor municipal de agroecología, al que nombraron como “ConAMA” e integrado por el nodo junto al poder ejecutivo o quien éste designe. Asimismo, prevé la creación de un Registro y Mapeo de productores agroecológicos y en transición. En este punto, muestra un estrecho y fuerte vínculo con el SPG; que busca garantizar a nivel local la calidad de la producción agropecuaria, al tiempo que fomenta canales directos de comercialización, construyendo confianza entre consumidores y productores.
El proyecto de ordenanza dado a conocer, estimula también la evaluación del mismo al año de implementación y en cada período ejecutivo municipal. A su vez, estipula la creación de una partida presupuestaria específica que permita un mínimo funcionamiento para la implementación de la ordenanza desde el propio consejo.

Franco apunta a interpelar a la sociedad y comunidad de la que es parte y asegura que “para lograr que las cosas pasen las tenemos que hacer pasar nosotres, y para eso necesitamos participación y recurso humano del sector de la investigación, productor y social”. Así, afirma que el proceso de creación de reglamentaciones generadas desde una comunidad en particular, como lo es la de productores y productoras de alimentos agroecológicos en la comarca, es posible sólo si “la podemos nutrir de la mejor manera esperando que todos y todas nos sintamos parte”.
Luego de este encuentro, fortalecedor sin dudas para los y las impulsoras, los pasos a seguir se abultan con los aportes de las personas participantes: vecinos y vecinas en general, integrantes de instituciones y gobiernos locales. Posteriormente a aquel proceso de integración de aportes, el proyecto será entregado a la Municipalidad de El Bolsón para su promulgación.
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