No son las únicas


Camila Vautier
julio 16, 2024
“Yo también lo viví”, “no son las únicas”, “hay más”. Este lunes una extensa marcha recorrió las principales calles de El Hoyo para pedir justicia en la causa que investiga a un conocido empresario local por abuso sexual y posible trata de personas. Una denuncia que destapó los casos de violencia vividos cotidianamente por las mujeres, jóvenes y niñas de la localidad que en esta marcha, juntas, se animaron a romper el silencio.
Pocos minutos antes de las cuatro de la tarde del lunes Karina salió del trabajo y se apresuró a pintar la frase que sostendría en su cartel. “Rompamos el silencio”, pintó, y salió para la marcha. A esa misma hora, otra mujer abrió la puerta de su casa y caminó por la calle Islas Malvinas, miró a un costado y vio a otra más y a otra más, que abrían las puertas de sus casas y caminaban sin conocerse hacia el mismo lugar: la esquina de la galería de Enrique Silva, un conocido chacarero del pueblo y principal señalado en la denuncia de abuso sexual y posible trata de personas que desde hace una semana conmueve a la localidad de El Hoyo, provincia de Chubut.
El fiscal Carlos Díaz Meyer es quien está a cargo de la investigación surgida a raíz de la declaración de la joven rescatada en la madrugada del domingo 7 de julio en la zona de Catarata Norte. El fiscal no descartó que sea un caso de trata de personas y aseguró que puede haber más víctimas. Se realizaron una serie de allanamientos en diversas propiedades donde se incautaron elementos que serán peritados pero hasta el momento no hay detenidos.
Romper el silencio juntas
La marcha inició en la esquina de Ruta 40 e Islas Malvinas, la entrada del pueblo, fue hasta la Comisaría por la ruta y de ahí dobló por la calle San Martín hasta el mismo punto de partida, donde se colocaron carteles en uno de los lugares donde se realizaron allanamientos: el estudio jurídico del hijo del principal señalado.
¿Por qué esas mujeres caminan, sin conocerse, hacia el mismo lugar? “Por nuestras hijas, nuestras hermanas, por el derecho a vivir sin miedo”, responde Rita, una vecina de El Hoyo. “Cuando nos enteramos de la noticia sentimos mucha empatía hacia ellas y bronca. Mucha bronca”, dice Karina, ya en la esquina, ya con su cartel en mano.
Lorena Barría es concejal y asistió a la marcha para acompañar el pedido de justicia, “para que no quede todo en la nada”. “Esperamos que se haga justicia y se investigue porque no es la primera vez”.
Melisa Iribarren vive hace poco en el pueblo, llegó desde Río Gallegos en búsqueda de tranquilidad y fue una de las iniciadoras de la convocatoria. “Más que nada porque me asusté, tengo hijas chicas que andan por el pueblo y una de ellas tuvo un ‘suceso’ con un borracho”, relata. Después de hacer el flyer, muchas chicas se acercaron a contarle lo que hasta ese momento, quizás, habían vivido en silencio. “Yo pasé por esto, no me voy a quedar callada, me decían. Hay amigas, primas, hay muchas chicas”.
Así como ocurrión en 2018 con la denuncia de la actriz Thelma Fardín contra Juan Dartés o las recientes denuncias de acoso sexual que perpetuaba el periodista Pedro Brieger, la denuncia social y local contra Silva incentivó a que muchas otras se animaran a contar sus relatos.
“No son las únicas. Hay más. Yo pasé por lo mismo y las entiendo, pero no están solas”, cuenta Camila, cuyo nombre fue cambiado para preservar su identidad. Tiene 18 años y la acompaña una amiga. Pronto estarán las dos, tal vez como nunca se hubieran imaginado, paradas sobre la Ruta 40, sosteniendo un cartel escrito en fibrón negro sobre un pedazo de cartón que dice Justicia por todas.
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