Un muerto, un herido y un imputado en un operativo policial

Un allanamiento por parte de la policía de Río Negro acabó con la vida de Juan Carlos Villa, vecino de Rincón de Inalef, en Mallín Ahogado. Además, uno de sus hijos permanece internado en el Hospital de El Bolsón, gravemente herido por una bala en el pecho. El policía que apretó el gatillo recibió doble imputación: por homicidio y lesiones graves.
El rotundo sonido de un disparo seguido de otro, y otro más, deben haber interrumpido la calma de los pájaros, que esperarían la caída de las migas durante un asado del domingo 11 de agosto.
Efectivos de la policía de Río Negro llevaron a cabo un allanamiento en un predio de Mallín Ahogado. Fue en el marco de un operativo a partir de una denuncia realizada por vecinos del mismo paraje. El saldo del mismo fue: un hombre asesinado y otro herido.
Durante las horas posteriores al hecho, se acercaron vecinos, vecinas e integrantes de otras comunidades. Desde la comunidad mapuche Inalef, su werken y sobrina del hombre asesinado, Ayelén Inalef convocó al acompañamiento y presencia de medios de comunicación para velar por la integridad de la familia Villa. Fuentes del lugar, aseguraron que la situación por aquellas horas fue absolutamente tensa, y la actitud de las fuerzas, violenta.
Las pericias se desarrollaron el día después, por parte de la Gendarmería Nacional y bajo el argumento de que fueron balas policiales las que hirieron de muerte a Villa y de gravedad a Emanuel, su hijo.
En la mañana del martes 13 de agosto, se llevó adelante la audiencia de imputación al policía Néstor Adrián Lamadrid, quien efectuó los disparos. Se le acusa del delito de homicidio y el de lesiones graves. Ambos, doblemente calificados por el uso de arma de fuego y por ser parte de una fuerza de seguridad.
Luego de ser detenido precautoriamente y posteriormente imputado, el oficial Lamadrid quedó en libertad con la obligación de trasladarse hacia General Roca, donde posee su domicilio legal, a los fines de colocarle una tobillera electrónica.
Versiones cruzadas
Según fuentes vecinales, la policía llegó armada sin mostrar orden alguna y disparó a matar. El saldo fue el asesinato de Juan Carlos Villa, un hombre de no mucho más que 40 años. Producto del mismo operativo, fue gravemente herido en el pecho Emanuel Mol, uno de los hijos de Villa. El mismo se encuentra en el Hospital local de El Bolsón.
El gobernador Alberto Weretilneck, se expresó desde su usuario personal de X y anunció su ‘firme respaldo’ al accionar policial. En el mismo texto enfatizó en que “un policía de Río Negro enfrentó un peligro extremo para su vida y actuó en legítima defensa”, al mismo tiempo que aseguró que no permitirá “que quienes arriesgan su vida en cumplimiento del deber queden desprotegidos”.

Según el gobierno provincial, el allanamiento se realizó ‘tras una denuncia por abuso de armas y amenazas realizada por un vecino’. ‘En el lugar se encontraban los dos hombres de frondoso prontuario, padre e hijo’, indicaron desde el portal oficial web. El texto continúa detallando que ‘durante el procedimiento, el padre intentó agredir al policía con un arma blanca, lo que provocó la reacción defensiva del efectivo’.
A su vez, la agencia nacional de noticias Presentes dio cuenta de que la fiscal adjunta a la causa, Daniela Ortiz Celoria, al momento de visitar el lugar de los hechos explicó que “claramente todo resultó incorrecto porque resultó muerta una persona. Son bastante evidentes las pruebas”.
Por parte de la familia del asesinado, emitieron un comunicado solicitando a la comunidad en general y al gobernador de Río Negro, que ‘se contengan de comentarios difamatorios contra la familia y tengan mínima discreción’ ante el momento que atraviesan.

Reminiscencias
El accionar policial puede despertar un recuerdo no tan lejano en la memoria de la Comarca Andina. El caso de Tino John, en el paraje Las Golondrinas, provincia de Chubut. John fue asesinado en un operativo del Grupo Especial de Operaciones Policiales (GEOP), que desatendiendo a sus condiciones de salud mental buscó ‘neutralizarlo’ con un balazo en la cabeza.
Fue un 27 de mayo de 2021. Las fuerzas de seguridad irrumpieron en su domicilio para realizar un allanamiento, también tras la denuncia de un vecino. La familia denunció desde un primer momento, que la actuación policial fue sumamente violenta y sin respetar los protocolos existentes para casos de salud mental, utilizaron bombas de estruendo y gases lacrimógenos.
¿Qué sucedió en aquel entonces por parte de la policía del Chubut, y qué esta vez por parte de la rionegrina? ¿Existen modos de evitar desenlaces como los aquí citados? ¿Es posible subsanar o prevenir la violencia policial? ¿De qué maneras?
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