La fuga de médicos y médicas del Hospital de El Bolsón comenzó a principios de este año con la renuncia de dos clínicos. Luego, le siguieron tres más: una clínica-hepatóloga, una infectóloga y una generalista. “Desde ese momento hasta ahora y a pesar de múltiples notas, reuniones y promesas, no se ha logrado ningún ingreso que suplante estas faltas sino más bien, todo lo contrario”, explicó el personal médico en una carta abierta a la comunidad. 

Las causas se repiten:, “sobrecarga de trabajo, estrés y precariedad laboral”, indicaron en el escrito y a eso se le suman los bajos salarios y las dificultades para conseguir vivienda en la localidad. Esta situación terminó de colapsar el pasado 19 de agosto cuando, por escasez de personal, hubo que cerrar por tiempo indefinido la Unidad de Cuidados Intermedios (UCI) del Hospital.

En medio de esta grave crisis el Ministerio de Salud de Río Negro publicó un comunicado donde aseguraron que está “garantizada” la atención médica en el hospital de El Bolsón con un plan de contingencia consistente en la derivación de los pacientes a centros de mayor complejidad. 

El personal médico calificó de “inconsulto” al plan de contingencia e indicaron que se trata de una “forma de descargar la responsabilidad del estado provincial sobre los trabajadores”, “ya que asigna más tareas a los médicos clínicos que se ven sobre exigidos”, expresaron en la carta a la comunidad.