¿En qué andan los pibes y pibas de la secundaria?

Muchos y muchas jóvenes han participado activamente en movilizaciones y tomas de facultades, expresando su rechazo a las políticas de ajuste y desfinanciamiento del sistema universitario. Estas acciones demuestran no sólo la solidaridad y el compromiso de los jóvenes con la educación pública, sino el compromiso político con la sociedad en general.
“Yo creo que el Centro de Estudiantes es una organización política en la que los y las estudiantes cuentan y actúan con sus propios medios para defender sus derechos y lo que queremos como estudiantes del 48” dice Irupé Lorenzo Karakasis, estudiante del último año del secundario.
Frente a ella hay otra estudiante sentada entre los carteles que cuelgan del cerco de la escuela. Algunos dicen “Violentos son los que provocan la desigualdad, no los que luchan”, otros “A Voldemort lo derrotaron estudiantes organizados” y otro haciendo alusión a una conocida canción de Wos subscribe “me da gracia, a mi no me jodas, que sin oportunidades esta mierda no funciona”.
Las y los estudiantes del Centro de Estudiantes del ESRN 48 mantuvieron primero sentadas, luego elaboraron actas y solicitadas, se acercaron a las movilizaciones nacionales que tuvieron eco en la Comarca y posteriormente planificaron la ocupación del edificio. “Hicimos sentadas durante tres días seguidos” ilustra Irupé, “primero fueron de cinco horas, después fueron de diez y al otro día también”.

“Como viene el país y el reclamo de las universidades, decidimos hacer dos sentadas, conseguimos un par de cosas para nosotros pero no la suficiente visibilización que queríamos porque la gente no sabe qué es lo que está pasando” dice Agustín González Cohn, estudiante de segundo año. “Buscamos dar apoyo a la educación pública que se está viendo muy afectada, también la salud” amplía Agustín.
Él, junto a otros y otras estudiantes permaneció varias noches durmiendo sobre el suelo de las aulas donde al otro día las clases retomaron su ritmo, sus contenidos y también dificultades.
“El objetivo principal es visibilizar y llegar a esa gente que no sé si entiende qué es lo que está pasando, no es que hacemos una toma porque queremos dormir en la escuela, sino que estamos luchando por algo que saben que no van a poder hacer, que es privatizar la educación”, afirma Irupé mientras pide disculpas al darse cuenta que le faltan horas de sueño y un poco se pierde en sus reflexiones.

“Por los que apoyan y por los que critican”
“Para mí es muy importante que la gente se sume, porque sino somos muy pocos luchando por todos. Porque quieran o no, estamos luchando por todos, por los que apoyan y por los que critican, que no entienden que también nuestra lucha los ayuda a ellos, en su educación”, asevera Agustín. Y agrega: “Me parece que es muy importante que puedan abrir los ojos, porque me parece que se repite mucho lo que se escucha, y no se paran a pensar por qué esto es así o si está bien o está mal. Y me parece que también está bueno uno de los carteles que hicimos que dice “por una educación que te enseñe a pensar y no a obedecer”, que me parece es muy bueno y es lo que necesita el país ahora mismo”.
La colaboración entre estudiantes secundarios y universitarios en todo el país ha sido clave para enfrentar los desafíos actuales. A través de talleres, asambleas y actividades conjuntas, ambos grupos han trabajado en equipo para garantizar el derecho a la educación superior para todas las personas.
“Yo creo que si nos unimos y luchamos podemos lograr que esto no llegue a peores, digamos, estaría bueno que toda persona tenga el derecho a estudiar, porque no todo el mundo puede pagar una universidad”, agrega Valentina Milani, estudiante de quinto año del secundario.
Mientras Valentina repasa con su mirada los carteles que cuelgan sobre la entrada a la escuela, dice: “La educación pública nos abre un montón de oportunidades, y sin ella se nos cierran varias barreras. Es importante que haya alternativas, porque sino termina siendo educado sólo un tipo de clase, digamos, alta de la sociedad”. De esa manera, “educan a menos de la mitad del país”, agrega Irupé.
“A la mayoría de nosotros y nosotras se nos viene el año que viene estudiar, y estamos en un contexto en el que pagarse una universidad es muy difícil” reflexiona Irupé. A sus palabras se suman las de Agustín: “Yo decidí venir porque me parece importante para los que en unos meses van a empezar la universidad. Estaría bueno que todos tengan los medios necesarios para poder educarse bien, y bueno los demás también vamos a ir en algún momento”.

Igualdad de oportunidades
“El principal reclamo es al veto de Milei, de desfinanciamiento a las universidades. En apoyo a las universidades públicas, pero también a la salud pública. Cuando surgió la idea de hacer una toma lo primero que hicimos fue comunicarnos con la gente de la Universidad Nacional de Río Negro (UNRN), para entender sus reclamos y acoplarnos a ellos. Acá en nuestro pueblo, a dos cuadras de nuestra escuela, a nuestra universidad le está pasando lo mismo”, afirma Irupé en relación al desfinanciamiento por parte del gobierno nacional.
En su análisis, como estudiantes secundarios de distintas edades y clases sociales, la situación económica general no resulta favorable para proyectar futuros. “Está muy difícil el alquiler e irte a estudiar a otro lado, entonces la mayoría se queda acá y acá tenemos la oportunidad de estudiar. Capaz lo que nos moviliza es apoyar a los estudiantes universitarios y a la universidad. Es horrible que nos prohiban educarme, porque a mi me encanta estudiar y la verdad es que todo esto es muy frustrante”, dice Irupé.
Uno de los carteles que cuelgan de la entrada a la escuela, bajo la sombra de algunos árboles, tiene escrita una pregunta. ¿Por qué tanto miedo de educar al pueblo? Irupé asegura que a ellos y ellas las define mucho. “Así como nos preguntan para qué luchamos, y para qué nos va a servir estar acá, sobre todo a los más chicos, creo que hay que preguntarles a ellos esto. A mi me cuesta entender cuál es el terror que tienen a educar a las clases más trabajadoras, porque es algo que no se entiende”.
Valentina, a modo de cierre, enfatiza en que “está bueno que todos, no importa nuestro nivel económico, seamos educados de igual forma”.
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