La confluencia: de los ríos, el fuego y la comunidad

La superficie por la que el fuego pasó, aun dejando puntos calientes, se estima en casi 3000 hectáreas. Las viviendas arrasadas alcanzan y superan el centenar. Un viejo poblador de la zona de Wharton por la que se accede al circuito de senderos de montaña, por donde el fuego comenzó, falleció alcanzado por las llamas.
Las autoridades de la Provincia de Río Negro y la Municipalidad de El Bolsón reúnen esfuerzos para extender un plan de contingencia en lo que significa una catástrofe histórica y sin antecedentes: el primer incendio de interfase de la localidad cordillerana.
El incendio se inscribe en la desfinanciación generalizada de las políticas de cuidado ambiental. La Administración de Parques Nacionales (APN) ha sido objeto de despidos masivos y precarización laboral en los últimos años. Desde la asunción del gobierno actual, más de 100 trabajadores y trabajadoras han sido despedidas bajo la figura de “no renovación de contrato”, afectando tanto a brigadistas que combaten incendios forestales como a profesionales que desarrollan tareas científicas y administrativas esenciales. La situación es crítica, especialmente en la Patagonia, donde los incendios forestales ya han devastado miles de hectáreas.
Por su parte, el Servicio Nacional de Manejo del Fuego, que es responsable de la prevención y mitigación de incendios forestales y rurales, enfrenta un desfinanciamiento alarmante desde su traspaso del ámbito ambiental al Ministerio de Seguridad. Sin recursos ni planificación estratégica, este organismo no puede responder eficazmente ante una crisis ambiental cada vez más grave, agravada por el impacto del cambio climático. La reducción de personal y la precarización de contratos ponen en riesgo la capacidad del Estado para proteger los bienes naturales comunes y enfrentar los incendios forestales.
Por último, el Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales (SPLIF), que trabaja intensamente para combatir incendios forestales en diversas regiones, incluyendo El Bolsón, no encuentra financiamiento adecuado para su labor. La precarización de contratos dificulta la coordinación y efectividad de las operaciones de lucha contra incendios. La conectividad y los recursos técnicos son esenciales para la efectividad de las brigadas, pero la situación actual pone en riesgo la capacidad de respuesta ante emergencias ambientales como la que hoy atraviesa nuestra región.
Una primera mirada al fuego
En una de las tantas recorridas, una mujer asoma a la orilla del camino. Su nombre es Viviana, y detrás de su cuerpo existe una casa en pie. Solicita que le llenen el tanque de agua. Tiene el reservorio completo, pero el mangrullo vacío.
Su casa al oeste tiene un camino, conocido como Costa del azul por acompañar al río que le presta su nombre. Del otro lado del camino la ladera baja hasta ese surco de agua que atraviesa la cordillera hasta desembocar en el Lago Puelo.
Viviana cuenta que estaba con su sobrino el día que el fuego comenzó. Ya había pasado la hora de la siesta, donde el sol está más vertical y le propuso ir al río. Al acercarse al camino, el chiquito le dijo: “tía, hay cuatro foquitos enfrente”.
El viento daba refucilos, y los grillos sonaban dentro del pasto seco. Ese mismo jueves, más temprano, hubo al menos dos principios de incendio al otro lado del paralelo que separa Río Negro de Chubut.
Eran alrededor de las 16. Viviana miró la cordillera y vio sobre el cañadón del azul en la confluencia del Río Blanco cómo el humo se hacía presente en el mirador de la ladera. Regresó a su casa y miró las conversaciones vecinales en su teléfono. Al menos dos vecinas daban aviso de que un incendio había comenzado.
Las alertas vecinales son mecanismos de cuidado comunitario. Aún e incluso más en territorios extensos, como el de Mallín, Epuyén o Golondrinas.
Viviana se ocupó de regar el jardín e invitó al chiquito a que lo hiciera con ella. Mojaron la tierra como si el agua absorbida por el seco del verano pudiera llegar a la orilla del río y allí restringir el paso del fuego.
Las llamas comenzaron a arder cercanas al sendero que lleva a los diferentes refugios de montaña, dentro del Área Natural Protegida Río Azul, Lago Escondido. Llevadas por el viento cruzaron el río e inundaron el aire del paraje de humo.
Poco a poco la atmósfera se tornó densa. Viviana recuerda haber mojado con un balde los pequeños sectores que comenzaban a quemarse. Dice que el sol se veía “amarillo, naranja y negro, como un dragón mítico que comenzaba a escupir fuego” sobre su patio.
Ella mojaba un sector con el balde y al enderezar su cuerpo descubría que otro comenzaba a arder hace apenas unos segundos después. Cargaba el balde y lo volvía a vaciar, ahora en ese nuevo lugar. Recuerda haberlo hecho, sucesivamente más de dos, tres, cuatro, cinco y seis veces.
Al contarlo, la voz de Viviana se agita y se acelera. Por momentos respira y agradece que su casa no haya sido afectada por el calor del fuego que desde el 30 de enero se mantiene encendido. Cuenta que se mantuvo mojando el patio hasta que no pudo respirar más. El humo le resultó demasiado, cargó algunas pertenencias y se evacuó.
Enfriar
Mallín Ahogado se llenó de cuerpos. Algunos recorren el lugar sobre autos, otros sobre motos y otros sobre camionetas. Las manos de esos cuerpos entregan viandas: son empanadas, sanguchitos, frutas y botellas de agua. Algunas otras manos pasan del volante a la puerta, de la puerta a la caja, y de la caja a la bomba de agua para darle marcha. A su mismo tiempo otras manos despliegan la manguera, apuntan y enfrían.
A días del inicio del fuego nada importa más que la urgencia. Circulan tanto pedidos de mangueras y motobombas como de zapatos y cuentas bancarias para quienes lo perdieron todo.
El paso del fuego no deja sólo ceniza, deja un manto de brasas ardiendo. Una mirada al bosque permite ver parches negros entre las raíces de los árboles. Humean. Y de a ratos, se encienden. Lo mismo sucede con los escombros, con el saldo de esas casas resumidas a pedacitos de material que supieron alojar cotidianidades.
El viento aviva las brasas, la baja humedad ambiente colabora y de ese modo crecen los focos secundarios del fuego principal y sus muchas ramificaciones. El parte emitido por el Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales expresa “rebrotes”. ¿Es el fuego el que emerge de la tierra? ¿O es la tierra la que estalla sobre sí misma?
El polvo se confunde con el humo. ¿Qué es lo que mis pies levantan al caminar? Enfriar puntos calientes requiere delicadeza en medio de la emergencia. Colaborar con quienes lo perdieron todo, incluso su arraigo, requiere entereza.
La evacuación
Viviana bajó a la ciudad desde el paraje de Mallín Ahogado sin saber si al regresar a su casa iba a encontrar. Al día siguiente la vio impecable, pero apenas a unos metros de las paredes el bosque ya no era verde sino color gris. Los arboles tienen negro su tronco, y sus hojas quedaron en un tono marrón, casi morado.
A la consulta sobre cómo es que su casa no se quemó, ella responde que del mismo modo que la cortina de árboles que está al otro lado del camino tampoco se quemó. Dice haber visto la llamarada al otro lado del bosque, pero lejos. La veía asomar sobre las copas de los árboles y la ceniza volaba encendida. “El fuego primero venía de arriba, pero en realidad se acercaba por abajo”, explica Viviana.
Ella dice que lo que hay que proteger es lo que quedó y se refiere a su casa. Enumera los nombres de los vecinos y vecinas que ya no tienen dónde dormir, tampoco dónde comer o sembrar sus hortalizas. De igual modo, nombra a quienes pudieron salvar sus casas de las lenguas del fuego.
La comarca se organiza entre manos solidarias, que abrazan, cocinan y mojan la tierra arrasada. Actualmente intervienen quince instituciones y organismos en el combate del fuego, entre las que figuran el Servicio Nacional de Manejo del Fuego, el Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales, bomberos voluntarios de diferentes cuarteles en toda la región y el Servicio Meteorológico Nacional (SMN).
En las tareas de logística intervienen veintiocho recursos diferentes, entre entes sociales y estatales. Además, se encuentra cocinando y amainando el calor de focos humeantes más de 30 organizaciones sociales y comunitarias, junto a particulares que prestan su tiempo en favor del bosque y en solidaridad con las personas y familias afectadas como también con los proyectos productivos y turísticos afectados.
*Esta crónica fue escrita a partir de una entrevista realizada el 2 de febrero de 2025. Horas después Viviana perdió la totalidad de su hogar producto del fuego, guiados por ráfagas de más de 60 km/h. Su familia solicita donaciones al alias pera.pedal.calco, a nombre de Viviana Mestre.
¿Querés colaborar con el incendio? 👇👇









compartir en:
Últimas Noticias
Después de 18 años, los cuatro acusados en el juicio por Otoño Uriarte son culpables: qué dice la sentencia y la palabra de su padre
Hay una palabra que se repite entre los familiares y las amigas de Otoño Uriarte tras escuchar la sentencia del juicio que se demoró 18 años en llegar: alivio. Saben que no es justicia, que una condena no la trae a Otoño de vuelta, pero…

La confluencia: de los ríos, el fuego y la comunidad
El pasado 30 de enero el Servicio de Prevención y Lucha contra Incendios Forestales detectó una columna de humo en un sector denominado Loma de los Piches, cercano a la confluencia de los ríos Blanco y Azul, en el paraje de Mallín Ahogado. El fuego…

En el Centro Integrador Comunitario (CIC), la tristeza se amasa y se transforma en solidaridad
Ante la ausencia del Estado Nacional, conducido por Javier Milei, en medio de la catástrofe del incendio, hay una certeza flotando en el aire de los pasillos del CIC: la salida es colectiva.

El incendio en Mallín Ahogado continúa activo: un hombre falleció, se consumieron viviendas y 2.723 hectáreas
Ayer fue un dia duro. Alrededor de las 16 hs. se registró una columna de humo en el sector conocido como Loma de los Piches, cercano a la confluencia entre los ríos Azul y Blanco y, por las condiciones meteorológicas, el fuego avanzó rápidamente hacia…

Abuelas anunció la nieta 139: “La verdad es el instrumento y la herramienta con la que se trabaja”
En un emotivo anuncio, las Abuelas de Plaza de Mayo han confirmado la recuperación de la identidad de la nieta 139, hija de Noemí Beatriz Macedo y Daniel Alfredo Inama, ambos secuestrados en noviembre de 1977.
